Bajo el vestido es la segunda obra poética de Marta Rubio Aguilar, cuya poesía se centra en la búsqueda de la identidad propia, la femineidad y la aceptación de los ritmos vitales.
El libro ha sido ilustrado por la artista Olga de Dios.
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Descarga libre la guía de lecturaFicha técnica
Título: Bajo el vestido
Autora: Marta Rubio Aguilar
Ilustradora: Olga de Dios
ISBN: 978-84-17408-38-1
Colección: Otras Obras (Minerva)
Editorial: Biblioteca Nueva
Materias: Poesía
Idioma: Castellano
Enucadernación: Rústica con solapas
Bajo el vestido es un poemario de corte intimista que ofrece al lector ilustraciones y poemas sugerentes y delicados.
Ha sido escrito por Marta Rubio Aguilar y está bellamente ilustrado por la artista Olga de Dios. Esta obra lírica se divide en tres partes: Descampado de las estrellas, Aún nos respiramos y Eje del vacío, en las que la autora emprende una búsqueda de su identidad y sentido vital. En este proceso, debido a la propia dinámica de la existencia que nos aleja y nos separa de la realidad a cada instante que transcurre, en ocasiones acaba por desconocerse, ya que como ella indica: “Esta es la esencia de la mecánica celeste: dividirse, nunca dibujar el centro”.
NÁCAR
Un pájaro se mueve
hacia el interior
de mi vientre
y tiembla.
Es tembloroso
como párpados
levantándose,
ahí, en el nácar,
donde me besaste,
en el descampado
de las estrellas.
Tras unos años
lo edificaron.
Aunque intuyo
que ese pájaro
ya no existe
y sea yo quien
esté temblando.
SEIS BALCONES
Relajarse en la tormenta,
cuando la lluvia nos conmovía,
rasuraba vidrios…
y yo iba descalza
por los balcones,
teníamos seis balcones
y desde ellos se arrojaban
las golondrinas.
[En aquellos años,
era canto indefinido
de gorrión,
rostro empolvado en talco,
metal ante el espejo.]
Y quizá todavía lo sea:
indefinido canto,
o gorrión…,
metal ante el espejo,
o solamente un rostro
desdibujándose tras
las ventanas.
ALIENTO
Todo está quieto.
Tu aliento
nos ha borrado
y cesa la niebla.
Se hincha el otoño,
respira en mí.
Él calla. Yo me aparto.
Me quedo dentro.
Se lleva el día
consigo.
OTRA MUJER
No reconozco
mi ausencia.
Voy abriendo
vacíos al avanzar,
despistada a veces,
siempre sola, y otras
tan llena de mí que
todavía me cabe
otra mujer
dentro.